Durante su reunión con varios jefes del Sinaí y comandantes del ejército, instó a guardar un minuto de silencio por las almas de los mártires asesinados en el Sinaí en aras de la seguridad de Egipto y del Sinaí.

El presidente El Sisi saludó a los oficiales y comandantes del ejército; así como a los jefes del Sinaí, con motivo del mes sagrado del Ramadán, y añadió que se alegra de poder celebrar el Iftar con ellos.

Y señaló que nadie puede olvidar los sacrificios llevados a cabo por los mártires y los heridos en las batallas con el objetivo de alcanzar la seguridad, la protección y la estabilidad en Egipto, incluido el Sinaí, que regresó de nuevo a Egipto después de luchar contra los malvados que estuvieron allí durante 10 años.

El Estado egipcio está trabajando para que el Sinaí sea diferente del que hemos visto durante los últimos años, afirmó el presidente El-Sisi.

Hemos trabajado mucho en los últimos siete u ocho años. Los resultados son lo más importante; los precios son irrelevantes, añadió.

La península del Sinaí tiene una extensión de 60.000 kilómetros cuadrados, mayor que toda la superficie habitada de Egipto en este momento, dijo El Sisi.

Es algo que el Sinaí se merece cuando nos esforzamos por crear aquí auténticos proyectos de desarrollo, ya que la cantidad de trabajo realizado y de dinero invertido en los últimos años es enorme, dijo el presidente.

Conmemoramos el décimo aniversario del Ramadán aquí, en el Sinaí, donde en los últimos años se ha derramado la sangre de los hijos de las Fuerzas Armadas, la policía, los organismos estatales y el pueblo egipcio. Como el combate estuvo a la altura de cualquiera de las batallas presenciadas por Egipto en conflictos anteriores, la celebración debe ser adecuada a tales sacrificios, añadió.

Reafirmo mi promesa y mi pacto con el pueblo egipcio del Sinaí de que trabajaremos con más ahínco en proyectos que beneficien a todos, declaró el presidente El-Sisi.

Estamos trabajando y seguiremos trabajando y avanzando, y el Estado ya está gastando fondos y seguirá haciéndolo porque esto hay que arreglarlo, añadió.

El presidente El Sisi hizo hincapié en la necesidad de reforzar la cohesión entre los residentes del Sinaí y los órganos gubernamentales, junto con los jeques tribales, los comandantes del ejército y la policía cumplen este deber. Somos conscientes de estas prácticas, las valoramos, las respetamos y seguiremos apoyándolas."

A veces hay graves dificultades, pero gracias a los jeques, que utilizan su patrimonio y sus valores, hemos podido resolverlas, declaró El- Sisi.

El mundo atraviesa una grave crisis económica que nos afecta significativamente, pero a pesar de ello, superaremos la crisis como hemos superado varios retos; entre ellos la guerra contra el terrorismo, subrayó el presidente.

Dios, el Todopoderoso, nos ve trabajar y esforzarnos, y nos recompensará, añadió.

No hay asunto que no pueda resolverse, siempre que estemos dispuestos a sacrificarnos e incrementar nuestros esfuerzos de forma metódica e inteligente, afirmó El-Sisi.

A pesar de las difíciles condiciones y de la crisis rusa, podemos manejarla y su tensión, y Dios nos dará el éxito para hacerlo, agregó.

El presidente El-Sisi confirmó que era consciente de la situación en el Sinaí entre 2008 y 2010, y afirmó: "Todos tenemos que desempeñar un papel común -no sólo los organismos estatales-, por lo que trabajamos para reforzar el papel y el estatus de los jeques tribales para garantizar que las condiciones del pasado no vuelvan a repetirse".

Y añadió que el ejército y la policía; así como todos los egipcios, pagaron el precio de restablecer la estabilidad en el Sinaí.