Es sabido que los antiguos egipcios fueron el primer pueblo que admiraban las flores. El faraón solía ir a la guerra en carruaje todo adornado de flores, los campesinos usaban las flores para acicalarse y para adornar las tumbas y también sus animales y las plañideras llevaban flores el día del entierro.

Dentro de las tumbas del antiguo Egipto, se han encontrado muchos tipos de flores, como la flor de la caléndula, el ámbar, el narciso, la azucena, el lirio, el jazmín árabe, la adurmiera, el laurel, la alheña, el loto y el papiro.

Una fuerte relación siempre unía las rosas y flores, por una parte, y los mitos y bonitas historias, por la otra. Ejemplo de dicha relación es el mito de la flor del narciso a la cual se atribuye el sentido del narcicismo y el egoísmo.

Las flores tienen su lenguaje que depende de su color. La flor roja refleja el amor, la amarilla significa los celos mientras que la blanca es símbolo de la pureza.

Cada pueblo tiene sus colores favoritos de flores; los egipcios prefieren las flores de colores vivos y alegres como el rojo, el blanco, el naranjo y el rosa.  Son las flores favoritas en las bodas y en los cumpleaños.

El Museo Egipcio de Agricultura goza de un gran prestigio entre todos los museos de flores de flores del mundo, ya que incluye la mayor y la más bella colección de flores y narra la historia de la evolución de las flores a lo largo de miles de años y hasta la actualidad. Gracias a ello, este museo ha llamado el interés de miles de personas egipcias y extranjeras.