La Autoridad Electoral Nacional, y detrás de ella, los jueces egipcios, supervisan el proceso electoral y están orgullosos de esta grave responsabilidad. La Autoridad anunció que el proceso electoral se desarrollará bajo la supervisión judicial de un juez por cada urna y el seguimiento de los medios de comunicación, y las instituciones de la sociedad civil egipcias y extranjeras. La apertura de la puerta a las candidaturas tuvo lugar en el centenario de las primeras elecciones parlamentarias en Egipto. 

El jefe de la Autoridad, el consejero Walid Hamza, añadió que la Autoridad se compromete a que su trabajo sea respetado en el país y en el extranjero, y que se rija por la conciencia del juez, diciendo: "Estamos a la misma distancia en ello, sin prejuicios ni discriminación".

Y dirigió un mensaje al pueblo: "Habéis venido mucho para que Egipto disfrute de estabilidad. Participad en las elecciones, elegid a vuestro candidato, ignorad los rumores y las mentiras, y tened la certeza de que nos comprometemos a servir a la nación, así que cread vuestro futuro acudiendo a las urnas."