Eid Al-Adha (La fiesta del Sacrificio), también la fiesta del Cordero, el gran Bairam,  y Al-Eid Al-Kebir (la gran fiesta) es la manifestación religiosa más importante del calendario musulmán;  comienza el día 10 del último mes lunar Dhu al Hija.

Con esta festividad, los musulmanes recuerdan que el Islam significa sumisión, ya que nadie mostró mejor su obediencia a Allah que el profeta Abraham. Este accedió a matar a su propio hijo Ismael en cumplimiento de una orden divina que le fue revelado en sueños. Pero se trataba tan sólo de una prueba, ya que en el último momento y ante la muestra de su profunda fe, Allah le dijo que su lealtad había sido probada y apareció un cordero, en sustitución de su hijo, para el sacrificio, conforme relata el Sagrado Corán: Sura Sáffat, Aya (versículo) 107 que dice textualmente: “Y rescatamos a su hijo, ordenando a Abraham que sacrificara en su lugar a un animal e hicimos una gran ofrenda”. Por lo tanto, es en imitación de ese acto que los musulmanes matan a sus animales en lo que se considera la Fiesta Mayor del Islam.

Normalmente se sacrifica un animal (cordero, oveja, vaca o ternero) por cada familia, un ritual que no es obligatorio religiosamente. Si una familia no dispone de los suficientes recursos económicos para comprar un cordero, no hay ninguna obligación para hacerlo. En su caso los que tienen dinero, o los que han comprado un cordero, tienen la obligación de ofrecer una parte del animal degollado a los pobres, otra parte igual a los relativos quedándose con el tercio restante.

Días antes de la celebración,  se percibe una gran emoción mientras se hacen los preparativos para la fiesta. En todas las ciudades y pueblos, la gente acude a los mercados donde compran los ganados que van a sacrificar esforzándose en elegir los mejores. Algunos compran los ganados y los crían durante unos meses para asegurarse de su alimentación y su buena salud.

El día de la fiesta por la mañana, los musulmanes acuden primero a la mezquita para efectuar la oración del Eid. Después de la oración, se dirigen a casa para sacrificar el cordero; el ambiente se vuelve más festivo y suele durar dos o tres días.

Con la fiesta del sacrificio se culmina también la peregrinación a la Meca, o Al- Hagg, uno de los cinco pilares del Islam. El musulmán debe peregrinar al menos una vez, en la vida, a la ciudad de La Meca, siempre y cuando tenga los medios económicos y las condiciones de salud necesarias.

Eid Al-Adha, igual que la de Eid Al-Fitr, es una fiesta de hermanamiento y de perdón, parecida, en este punto, a las navidades. Las familias intercambian visitas, se toleran y se olvidan de los conflictos que podría haber.