La Biblioteca Alejandrina es el resultado de un proyecto cultural nacido en 1987, y hecho realidad en 2002, cuando fue inaugurada. Constituida como un centro de estudio de jerarquía, en un intento de conmemorar su antigua versión, su construcción demandó una inversión de unos 230 millones de dólares en un esfuerzo conjunto entre países europeos, americanos y árabes junto al Gobierno de Egipto y la propia UNESCO.

El edificio alberga una colección de 500.000 libros, 50.000 mapas, 10.000 manuscritos, 10.000 archivos multimedia de audio y 50.000 archivos visuales. La colección de la biblioteca, en constante aumento, cuenta con un espacio para unos ocho millones de ejemplares de libros. Su construcción suma unos 36.800 metros cuadrados de superficie, organizando en once niveles sus áreas de servicios abiertas al público y el espacio destinado al resguardo de los materiales de consulta. El complejo cuenta, además, con enormes salas de lectura y auditorios, entre ellas una sala de lectura principal: un techo de cristal de 32 metros de altura y 160 metros de diámetro la recubre,  resguardándola con la cubierta de vidrio y aluminio, que permite en horas diurnas una cuidada ambientación con luz natural. La estructura, inclinada hacia el mar como si fuera un reloj de sol, actúa con su reflejo a modo simbólico, como un faro que representa un homenaje al también mítico, Faro de Alejandría.

El centro cultural se completa con un centro de conferencias, un planetario y tres museos adicionales: uno de la Ciencia, otro de Arqueología y por último, un museo de Caligrafía. Cuenta, además, con cuatro galerías de arte, una biblioteca para invidentes, un taller de restauración y una imprenta moderna.